Ante la proliferación de servicios para dar tú opinión (sin que nadie te la pida) y la avalancha de contenido que tenemos en plataformas, cines y demás medios, la gente ha empezado a filtrar lo que consume en función de las puntuaciones que se le dan en estas webs a las cosas (restaurantes, películas, juegos o microondas), eso ha dotado a legiones de virgenes fanboys para intentar destruir la carrera comercial de muchos productos. Estas sucias artimañas no han tardado en ser absorbidas por la industria para sus oscuros fines y así nace el review bombing, con el que puedes hacer perder millones a empresas solo teniendo chinos votando y poniendo malas reseñas, ahora con las ias, que son los nuevos chinos, el panorama se presenta aciago. Repasamos los casos más relevantes de este bombardeo de malas reseñas, su relación con el odiado SEO y con los videojuegos, su vertiente anticompetencia y la política (antiwoke). Y también las excusas ante el fracaso por boikot cuando tu película es una mierda con moscas.