Saludos, te estaba esperando, yo mensajero de Aiwass, te doy la bienvenida…

Entre los días 8 y 10 de abril de 1904, una voz que trascendía el plano material susurró al oído de un joven Aleister Crowley, de 29 años, las palabras de una filosofía revolucionaria. Esta filosofía, conocida como Thelema, que significa ‘voluntad’ en griego, prometía liberar a la humanidad de las cadenas de la servidumbre.
Este mensaje celestial fue inmortalizado en las páginas de “El Libro de la Ley” (Liber AL vel Legis), un manuscrito venerado por aquellos que siguen el sendero thelémico. Se considera que este texto es de vital importancia, pues se piensa que alberga las doctrinas esenciales de la Ley de Thelema, incluyendo su axioma más célebre: “Haz tu voluntad será toda la Ley”.
El núcleo de esta enseñanza es el compromiso con la Verdadera Voluntad, la esencia más genuina y auténtica del ser, en armonía con el designio universal. Este compromiso nos invita a una existencia consagrada a descubrir y manifestar esa Verdadera Voluntad, lo que nos lleva a la emancipación y al florecimiento personal.
La práctica de Thelema es un llamado a la auto-transformación y a la aventura espiritual. A pesar de su discreta difusión, Thelema posee una relevancia inmensurable para aquellos en búsqueda de un entendimiento más profundo de su propia naturaleza.
Ponte cómodo, porque hoy es un día especial.
Vamos a iniciar un recorrido que bien podría cambiar por completo cómo ves las cosas.
Así como las palabras de Aiwass fueron reveladas a Crowley durante los días 8, 9 y 10 de abril, en un eco de aquel momento trascendental, os transmitiré este trabajo en las mismas fechas, conectando nuestro presente con aquel pasado revolucionario.
Juntos, en este aniversario, abrimos las puertas a la sabiduría de Thelema.

¿Comenzamos?!