Movido por Su propio deseo de darle placer a Sus devotos, Krsna organiza una gira trascendental por toda la creación material llevando consigo todo un elenco que incluye a Su propia aldea, Vrindavan; junto con Sus muy queridos padres, tíos y tías; amigos y amigas; vacas, toros y terneros; pericos, pavorreales, cisnes, ciervos, monos; y árboles, enredaderas, ríos y montañas. Todo ese despliegue de belleza atrae la mente y el corazón de todos Sus devotos y los invita a la vez, a formar parte nuevamente de Su elenco personal en una eterna puesta en escena llena de dulces intercambios amorosos con Él.