Ya en 1962 el premio nobel de medicina Francis Crick, se atrevió a decir que la vida en la tierra pudo haber sido diseminada intencionalmente por una civilización extraterrestre avanzada. En la misma década Thomas Gold, profesor de astronomía sugirió exactamente lo mismo: que la vida terrestre pudo haber sido un producto de seres extraterrestres. Después, otros muchos científicos e investigadores serios del espacio han planteado hipótesis parecidas que incluyen a los seres de otras galaxias como hacedores de la vida en nuestro planeta.
La panspermia es la hipótesis que propone que la vida existe en todo el universo distribuida por polvo espacial, en meteoritos, cometas, asteroides, planetas y también por naves espaciales que transportan microorganismos.