Cuando mi hija mayor entró al coro de la iglesia, sentimos gran orgullo, toda la familia festejamos, ella tenía una voz tan hermosa que cautivó a todos, ese domingo después de la misa fuimos a casa a festejar, el padre Vladimir nos acompaño, era el párroco de nuestra comunidad llevaba más de 25 años sirviendo al señor, todos estábamos muy felices, el padre dedicó unas palabras y una bendición, cuando hecho agua bendita por la casa mi hijo menor, Lucas se retiró al jardín con una cara de desaprobación, lo cual no me extraño pues desde muy pequeño nos lleva la contra en nuestras creencias, aunque sí me molestó que saliera de esa manera frente a todos los familiares, somos una familia de tradición católica, yo le he dicho a Lucas que nuestras creencias no le dañan en nada, solo le pedíamos que fuese un poco más educado, aunque en otras ocasiones ya se había comportado así, en está ocasión note que el padre Vladimir lo veía con desapruebo, así que salí por el al jardín y le dije:Support the show