Luis Santibáñez vivió parte de su adolescencia en Estados Unidos en 2 ocasiones diferentes. La primera vez acompañado de su tío en medio de una situación económica próspera y una soledad atractiva pero peligrosa para un joven de su edad. Luego regresó con su madre a Nueva York pero esta vez el panorama era distinto, el entorno era hostil y las condiciones económicas poco favorables para acceder a la universidad allá. Volvió a Colombia estudió, trabajó, se enamoró y decidió irse para Argentina; un país que le ha enseñado demasiado y lo ha puesto a reflexionar sobre la manera en la que actuamos los colombianos y las dinámicas nocivas que hemos ido perpetuando a través del tiempo.