Obdulia anhela brindarle a su madre una vida lujosa y, movida por este deseo, comienza a adquirir una gran cantidad de artículos, desde flores hasta ropa de alta calidad. Su generosidad es evidente, pero Juliana, consciente de la importancia de administrar sabiamente la fortuna recién adquirida, le advierte a Doña Francisca sobre el ritmo acelerado de gasto que está llevando.Juliana, con un toque de preocupación, le comenta a Doña Francisca que si continúan dilapidando el dinero de esta manera, podrían encontrarse nuevamente en la ruina. Además, plantea la idea de que Benina, a su edad avanzada, quizás ya no sea de utilidad en el hogar y sugiere la posibilidad de contratar a alguien más joven para asumir sus responsabilidades. Estas inquietudes desencadenan una reflexión sobre el futuro y la gestión adecuada de la herencia recién recibida, generando una tensión entre los personajes.Puedes escuchar la novela completa en nuestro canal de youtube: Misericordia de Benito Pérez Galdós