Si tú eres como la mayoría de mis clientes, “lo tienes todo”, es decir, todo lo que la gente considera éxito. No solo un trabajo estable, no.. tienes un buen trabajo con un buen sueldo, trabajas en un lugar en el que mucha gente quisiera trabajar. Sin embargo tú, no te sientes bien. Sientes que algo te falta… que si, que sabes que “deberías ser feliz” pero sientes un hueco en lo profesional. Y da igual lo mucho que te digan que qué bien lo has hecho, que tus padres estén orgullosos y que tu nómina esté muy bien. Que no… hay algo que no… Te sientes insatisfecha profesionalmente y llevas un tiempo apagada, porque te has dado cuenta de que eso que llevas tanto tiempo haciendo y que el resto de la gente cree que es brutal, para ti no lo es. Eres una persona talentosísima que siente que se apaga. Y también sabes en el fondo de tu ser que debería haber algo más, que esto no puede ser todo. Te cuesta pensar que estarás así a tu jubilación. Y lo peor es que encima te sientes culpable de sentirte mal, de ser ambiciosa... porque "ya quisiera mucha gente estar en tus zapatos". Te dices que si lo tienes todo, ¿quién te crees tú para querer más? Te cuesta contar cómo te sientes… porque además de tu culpa, no quieres escuchar lo que tú ya sabes: “¿Acaso estás loca? ¿quién en su sano juicio tiraría lo que tú tienes? Además, ni siquiera sabes qué hacer. ¿Pero te digo algo? desde ahí, nunca lo vas saber. ¿Por qué? Porque tú misma te estás boicoteando... Tú misma y tu culpabilidad. Tú misma y tus remordimientos por ser una mujer ambiciosa. Por pensar que ya mucho has conseguido y que deberías estar bien. Te boicoteas al dejar al lado tu verdadera emoción... y tu verdadera ambición: Tú quieres hacer algo que tenga que ver contigo pero que además IMPACTE en el mundo. Si my friend, tú eres una mujer ambiciosa y no solo no es malo, ES ESTUPENDO e IMPORTANTE. Hoy te cuento 3 razones por las que ES IMPORTANTE dejar salir a la mujer ambiciosa que eres, reconocerte y moverte a lo que quieres de verdad: SIN CULPAS NI REMORDIMIENTOS.