Ahora sí, pásenle su banquito a AMLO… porque ya necesita sentarse. Estando al frente de un país con graves problemas de violencia contra la mujer, el presidente tuvo la puntada de preguntarse si las críticas que hacen en su contra no podrian ser consideradas también violencia de género.

“¿O, el género es nada más femenino?”, preguntó AMLO sin detenerse a tratar de comprender que, en la política, la violencia de género es insinuar que las servidoras públicas no están en igualdad de condiciones… algo como de lo que se le acusó por andar diciendo que Xóchitl Gálvez será impuesta como candidata por un grupo de hombres (lo cual, por cierto, ya fue evaluado por el Tribunal electoral y dio como resultado que AMLO ya no podrá hablar de Xóchitl en sus mañaneras).