Galiana comenta para el blog galianaycia.com la adaptación al cine de la novela que en 1959 una escritora novel, Patricia Highsmith publica “Extraños en un tren”. Esta obra  está basada en la idea de un crimen sin móviles, un crimen perfecto.

La autora escribiría muchas más obras y sería considerada una de las mejores novelistas del siglo XX de asesinos, porque ella nunca escribe sobre detectives, siempre lo hace sobre el criminal.

Con alguna modificación que otra sobre la novela Alfred Hitchcock dirigió un año después la película.

La trama según la película es: Guy Haines (Farley Granger), un joven tenista, se topa en un viaje en tren con Bruno Anthony (Robert Walker). Este le propone un peculiar pacto: Si Guy mata al padre de Bruno -que, según él le hace la vida imposible-, él matará a la esposa de Guy, de la que este se quiere divorciar. Guy se lo toma a broma. Cuando habla con su esposa para divorciarse (se quiere volver a casar, con la hija de un senador), ella se niega en redondo. A partir del momento en el que parece haberse cumplido una parte del pacto, Bruno perseguirá de forma implacable a Guy para que, de inmediato, cumpla su parte en ese contrato verbal que Bruno cree que acordaron entre los dos.