Es un tema muy común, quizás el más lindo de todos porque la mayoría de las personas que vienen a pedir consejería vienen cuando han cometido muchos errores, cuando ya está desesperados. En general uno aconseja personas que están tratando de sacarse de encima algún pecado, algo que está mal, una crisis en la vida. Y de todos los motivos más comunes de buscar consejería, este es el más positivo de todos. Una persona que viene a pedirte ayuda, o consejo para tomar una buena decisión ante algunas opciones que tiene. Mayormente este tema de las decisiones tiene que ver con el tema de pareja, que es la decisión más trascendental y la que más temor nos da. Por las consecuencias, sobre todo casarse con alguien, uno sabe, cualquier de nosotros que conoce la Palabra y quiere agradar a Dios, sabe q si se equivoca en esa decisión no haya vuelta atrás, hay q remarla, hay q buscar soluciones y puede ser una decisión q nos cambie la vida para siempre para bien o para mal. Entonces siempre eso produce mucho temor, q hay gente q se paraliza con eso y va a buscar ayuda, busca consejo, lógicamente.
Decisiones sobre trabajo, sobre carreras para estudiar, lugares donde mudarse, oportunidades que se presentan. También da miedo de pronto dejar un trabajo para agarrar otro y después al tiempo darse cuenta de que no fue la mejor decisión. A lo mejor alguna compra importante que también da temor.
En general en las iglesias hay ciertas decisiones que los hermanos ni piden consejo, a veces toman decisiones, se equivocan y después sí vienen a pedir consejo para repararla.
Por deudas (que son crisis) a veces padres con hijos rebeldes que ya se "les quemaron todos los papeles" (ya no saben qué hacer), etc.
Es muy importante entender cómo se toman decisiones bíblicamente porque lamentablemente hay muchas alternativas no bíblicas dando vueltas por ahí que muchas de las personas que van a la iglesia a veces tienen una visión un tanto mística ante las decisiones.
Lo cierto es que grandes, pequeñas, trascendentales o sin transcendencia, todos tomamos decisiones todos los días, todo el tiempo: qué hacer la próxima hora, si ir a un lugar, si no ir, si ir a cenar si no ir, etc. etc. Algunas son muy pequeñas, cotidianas, pero cuando nos enfrentamos a decisiones grandes nos invade el temor, el miedo a equivocarnos, ahí si buscamos consejo, o lamentablemente optamos por no decidir nada, por postergar y postergar por miedo a equivocarnos.
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