San Beda el Venerable fue un presbítero y doctor de la Iglesia del año 700 quien desde un niñez pasó todo el tiempo de su vida en el monasterio de Wearmouth, en Inglaterra. Se dedicó con fervor en meditar y exponer las Escrituras, y entre la observancia de la disciplina regular y la solicitud cotidiana de cantar en la iglesia, sus delicias fueron siempre estudiar, o enseñar, o escribir. El mundo recibió muchas enseñanzas de sus libros y escritos, pero más que nada por su teología e intenso amor por Dios y su fe.