En 149 eliminatorias, nadie ha remontado un 3-0 en los Playoffs de la NBA. Pues bien, en esas se encuentran Boston y Los Ángeles contra Miami y Denver. Con todo de cara, sin lesiones ni problemas similares, los Celtics se enfrentaban a la oportunidad soñada. Pero están absolutamente hundidos en lo emocional y lo mental. No se puede obviar las clases magistrales de Erik Spoelstra y Mike Malone sobre Joe Mazzulla y Darvin Ham, más por la gestión personal que por los planteamientos. Por si fuera poco, Miami todavía tiene la baza del partido memorable de Jimmy Butler y están aprovechando el nivel impresionante de Gabe Vincent, Caleb Martin, Max Strus y Duncan Robinson. Sólo tienen que aparecer un día más para llegar a Las Finales. Más la estabilidad de Bam Adebayo. También hay que rendir cuentas a Tatum y Brown, que ya han sido finalistas y deben responder ante la presión. Situación muy distinta de los Lakers que lo han intentado en cada partido pero se enfrentan al equipo más superior de su conferencia, con toda la rotación enchufada y sus estrellas brillando al máximo nivel en el mejor momento de la temporada.