El uno de febrero se emitió la primera norma relacionada al COVID-19. De allí en adelante, se han publicado unas 3700 regulaciones en el Boletín normativo del Diario Oficial “El Peruano”, de las cuales casi 650 están relacionadas al estado de emergencia. El problema es claro; las personas somos muy selectivas frente a la información que usaremos porque nuestras decisiones tienen un costo cognitivo y emocional. Por ello, el gobierno debe esforzarse, por un lado, en crear normas que simplifiquen la toma de decisiones y, por otro, en evitar crear normas innecesarias. Lo que no es útil (o es muy complejo) para la toma de decisiones de los ciudadanos, debe salir de la foto. Mientras más elaborada es una norma, más difícil será cumplirla. Y, como es evidente, mientras más normas se emitan, más complejo será cumplirlas todas.