Hay seres en la naturaleza que pasan desapercibidos a nuestros ojos simplemente porque no estamos acostumbrados a verlos. Puede ser que un día te topes con un fásmido gigante  (insecto, palo)  y jamás te enteres de que estuviste  frente a él a unos cuantos centímetros, tal vez un día, de pronto comiences a sentir una necesidad terrible de comer dulces, chocolates, pan, etc. y el ansia sea incontrolable y creas que  son decisiones tuyas, cuando  realmente estás infestado de un hongo que se llama cándida albicans. Que se alimenta de carbohidratos y parasitando tu cerebro te incita a ingerir estos alimentos. Lo que paso en Zimbabue, tiene una lejana similitud en una forma bizarra con estos sucesos... espero que disfrutes esta historia, pero sobre todo te deje la inquietud de que quizá siempre hemos estado acompañados por cosas que no nos podemos imaginar.