Enlaces¿Qué tanto cambió el turismo durante la pandemia, crees que realmente las cosas son diferentes?Para mí, el turismo sí cambió pero no precisamente como pensábamos.Toda esta semana estaremos platicando sobre el reinicio del turismo a partir de la pandemia.Estamos en una nueva semana en Más Allá del Turismo, la semana pasada hablamos de productividad y cerramos con la entrevista a Toni Mascaró que nos contaba su visión del turismo más enfocada al ocio y sobre los perfiles profesionales que necesitaremos quienes nos dedicamos al turismo.Todavía no escuchas la entrevista? Es el episodio anterior, aquí te dejo el enlace porque sé que te va a parecer interesante.Continuamos con un nuevo tema esta semana y ahora si vamos con ideas puramente turísticasEl tema de esta semana está inspirado en el libro de Javier Blanco “Antes de pulsar el botón de reinicio: Retos de la reconstrucción del turismo global” Y claro, también te compartiré algunas de mis perspectivas y experienciasEmpecemos con el tema de hoyTe preguntaba en la introducción si habías identificado cambios en el sector a partir de la pandemia (te recuerdo que si te suscribes al podcast en substack podrás dejar tus comentarios directamente bajo el episodio)Pues si, definitivamente ha habido cambios, no?A mi personalmente me impactaron mucho las fotos de los lugares turísticos sin personas, se veían impresionantes, limpios, pero a la vez un poco tétricos, no? ?No me sorprendería ver algún zombie por ahi jajajaEra una pena pensar que en algún tiempo esos lugares se llenarían nuevamente de miles de turistas.Espera, ¿Cómo que una pena? ¿Qué no se supone que nos debería gustar recibir turistas?¿Turistas o viajeros?Ah, ésa es la cuestión, ¿Quiénes son mejores, los turistas o los viajeros?Pues ésta es una de las ideas que menciona Javier Blanco en el libro “El hecho de querer reclamarse viajero en lugar de turista es todo un clásico en el mundo del turismo, atribuible a quienes tratan de escapar de dicha etiqueta presuntamente peyorativa”.¿En qué momento el ser “turista” se convirtió en algo malo?Hemos visto infinidad de ejemplos que muestran estos malos tipos de turistas, desde los que conducen sus vehículos por zonas prohibidas, orinan en monumentos históricos o ingresan a áreas prohibidas en sitios arqueológicos. Si, los hay.También distinguimos a los “malos turistas” por su vestimenta (porque básicamente es la misma a donde sea que van) y a pesar de que estén en Francia, Australia o China podemos encontrarlos comiendo en un McDonald’s.A nadie nos gusta que nos vean cara de turistas, ¿Cierto? Porque eso significaría que pagaríamos más por las cosas que compramos durante los viajes o incluso, llegarían a estafarnos.Así que tomando esto en cuenta, a nadie le gusta ser turista.Bueno, dejemos los estereotipos.Cuando los viajes se volvieron accesibles y el turismo se masificó, muchas personas comenzaron a viajar sin interesarse siquiera por la historia del lugar que visitaban, conocer al menos el nombre del lugar o seguir las instrucciones del guía de turistas. Con el tiempo llegamos a la época de los lugares “instagrameables”, sin pensar en todo lo que esto implica. Y sin tener mayor propósito que decir: “yo estuve aquí, y aquí esta la prueba”. ¿Ha cambiado entonces esa imagen que tenemos del “mal turista?Las emociones también forman parte de los viajes y es que cuando perdemos la emoción de planear un viaje y realmente disfrutar el lugar, podemos tomar malas decisiones. Viajamos a un lugar sin realmente tener un motivo para hacerlo. Sería algo así como comer comida rápida sólo por acabar con el hambre y después sentir que nada nos llena. ¿Te ha pasado?Podría hacer todo un podcast de debates entre turistas y viajeros, no? Es un tema que da para conversaciones interesantes.Pero aquí buscamos conversar sobre una idea en unos pocos minutos, así que vamos a la parte práctica del episodioLa parte práctica es complicada, porque hay muchas cosas que ya no se pueden cambiar: Percepciones,