Acá algunos fragmentos Sobre el tiempo de Norbert Elias. El tiempo no es natural ni meramente físico: es lo que pasa entre dos acontecimientos que el ser humano identifica como significativos. La vivencia del tiempo nunca es pura, siempre es social, siempre coordina, siempre integra. El tiempo es una fuerza coactiva que el grupo impone al individuo. El tiempo nos condiciona para que podamos vivir en sociedad: crea y fija rutinas, horarios, rituales, ciclos que en nuestra existencia serán como normales dentro de marcos de referencia diferenciados, es decir, útiles, orientados a cumplir una acción social. Se vuelve más estricto el mando de los relojes cuanto más dependemos de lxs otrxs. La aceleración no significa ir más rápido en esencia. Vamos más rápido porque estamos más ocupadxs, porque nos cruzan más secuencias, porque estas forman parte de la reproducción diaria y a largo plazo de la vida individual y de la humanidad. En otras palabras, estar aceleradx es ser más productivo, tener menos tiempo para “unx mismx”. Por eso parece que el tiempo no nos pertenece: se lo debemos (casi) todo a la sociedad. La sociedad es un cristal de pautas de tiempo. Y estas son todo menos eternas, Galileo.

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