En los últimos días, el Congreso aprobó el paquete económico para el 2022, que incluye,  entre otras cosas, la limitación de la deducción de donativos, es decir la cantidad de dinero que puedo deducir por entregar mi dinero o dinero de mi empresa a una fundación u organización civil. Ésta generó polémica e indignación entre empresarios y ciudadanos.
¿Qué se aprobó? Y, ¿Por qué es necesario?
Una de las razones más importantes es la necesidad de que el Estado mexicano fortalezca su recaudación fiscal y el cobro de impuestos; dejar de ser laxos con los más ricos y subsanar los hoyos que permiten evadir impuestos.
No podemos tener un país desarrollado si no pagamos impuestos como un país desarrollado. Hoy México es un paraíso fiscal en donde la clase media paga mucho y los ricos pagan poco y evaden mucho.
Sólo mediante un Estado con una correcta recaudación fiscal, podemos crear un Estado de Bienestar que le otorgue a los ciudadanos las instituciones y servicios que necesita; salud, educación, etc.
Actualmente, los donativos a donatarias son uno de los hoyos que más benefician a las personas de más recursos.
No es raro que personas físicas aprovechen este esquema y utilicen los donativos deducibles para hacer planeaciones fiscales y pagar menos impuestos.
Lo que hace la ley es limitar el monto de donativos millonarios hechos por personas físicas, pero en México el donativo promedio de una persona física (como tú y yo) es de 30 mil pesos. Es decir, la Miscelánea Fiscal 2022 no afectará la mayoría de los donativos, sólo los de los millonarios que además hacen estos “donativos” a fundaciones propias.
De acuerdo a Raquel Buenrostro, jefa del Sistema de Administración Tributaria, la modificación sólo afectará a siete personas, ¡QUE PERTENECEN A UNA MISMA FAMILIA! Con deducciones de entre 170 y 340 millones de pesos.
Sólo en 2020, estas siete personas inventaron 732 millones de pesos en donativos; su deducción NO corresponde a lo que realmente aportaron.
Limitar la deducción de donativos no es una venganza contra la sociedad civil organizada, tampoco pretende destruir las organizaciones no gubernamentales. Sí pretende cobrar los impuestos a los más ricos de México. Aquellos que Los Pandora Paper ha expuesto como personas expertas en evadir impuestos.
Por una histórica negligencia del Estado, la ciudadanía cree y acepta que los problemas sociales más apremiantes de México se resuelvan con caridad, en vez de con un Estado que otorgue. Pero ese es el sentido mismo de la existencia de un estado.
La caridad NO sustituye el pago de impuestos, porque lo que necesitamos es un estado con servicios públicos funcionales que garanticen igualdad y justicia social, pero sobre todo, “porque la caridad se otorga cuando el donante quiere y no cuando el donativo se necesita” como lo ha dicho la académica Viridiana Ríos.
Yo soy un empresario que a lo largo de mi vida he apoyado a organizaciones civiles porque reconozco y comparto su lucha. Pero también he pagado siempre los impuestos que me corresponden, porque entiendo que ​​las obras sociales, la filantropía y el fomento a la cultura no es función de las empresas.
El empresario no realiza una labor social, su participación en la sociedad es generar empleos y modos de producción que tiene una obligación para con el Estado de retribuir la riqueza que hace posible su producción por medio de los impuestos.
No hacerlo y escudarse en los donativos es inmoral.