Durante cada Barceloneando nos hemos adentrado al compás en recónditos parajes de Barcelona y Cataluña. Nos permitimos recorrerla disfrutando al tiempo de lo que nos susurra cada espacio y de aquello con lo que nos conecta. Hemos visitado aromas de salitre y ruinas de mar, pueblos de pescadores y ron cremat y casonas de indianos. Viajamos por espacios pétreos u medievales, entresijos y laberintos rumbo a la esencia del alma del lugar, impregnándolo de nuestro propio perfume.

Hoy visitamos más de estos parajes. Están colmados de luz y color. Muchos de ellos denotan patrimonio y arte sacro, otros la sacralidad y divinidad del marcó natural preciso. Sea como fuere, viajamos al Vall de Boi, a Ager y al Congost, al parque nacional que abandera Cataluña y, finalizamos con un abrazo interno al Cister, recordando así mismo los caminos de la razón y de la fe que confluían en la bella Frómista, en otro punto de España.

Imbuidos de atmósfera elevada, y sea por los cantos monásticos o por la sublime naturaleza rezando a la inmensidad, hoy conocemos nuevos y hermosos paisajes naturales e increíbles estructuras patrimoniales. Lugares de ensueños que esperan a que tu palpitar les imprima una nueva y única mirada.