A medida que vamos creciendo y viviendo, vamos adquiriendo mucho conocimiento. Puede que sea mediante estudios, cursos o simplemente a través de la prueba y error o de escuchar a otras personas que nos van enseñando a través de lo que ellas mismas han vivido y experimentado.

Lo cierto es que, una vez que adquirimos ese conocimiento, lo vamos poniendo en práctica. Porque, siendo realistas… de qué me sirve aprender si no lo puedo poner en marcha, no? Entonces, una vez más: a prueba y error, prueba y error. Entonces, llega la sabiduría; esto que vamos desarrollando a través del conocimiento y la experiencia. Mediante ella podemos realmente entender, más allá de lo bueno y malo, qué es lo que realmente es para nosotros y qué no.