Poseía una tierra.

1) Poseía: Dios en este tiempo de Cuaresma trata de mostrarte que sos de su propiedad. Sos parte de Él, y es Él quien te ha elegido y llamado para sí. Pero también hoy plantéate qué está bajo tu posesión, qué es lo que hoy es tuyo y tenés bajo tu cuidado. Pensá en lo que hoy te toca administrar y producir. Y no me refiero a lo material, me refiero a lo propiamente de tu vida, tu familia, tu gente, tu historia. Creo que es sentarte y ver cómo la venís llevando, con las cosas que te corresponden, propiamente a vos, y analizar si no las tenés descuidadas.

2) Arrendar: Ahora pensá a quién le estás dando parte de tu vida. Esa persona que puede ser tu amigo o amiga, o cercano o pareja. Tené cuidado. No sea que te destruya lo que venís construyendo hace tiempo. Hay veces que damos a que administren nuestras vidas a personas que después terminan apropiándose de nuestra vida y te la terminan quitando. Vos les abriste el corazón y entregaste todo y terminan apropiándose de tu identidad y destruyendo tu autoestima. Es fácil meter en tu vida personas que quieren manejarla, pero cuán difícil es sacarlas porque te terminan lastimando.

3) Producir: En esta vida la clave es producir y generar, es con tu vida que lo logras. Pensá si con tu vida estás produciendo. Pero también pensá si con esas personas que elegiste para vivir la vida hay aportes, hay frutos. No sea que hayas dejado que entren a tu vida personas que solo se apoderaron de vos y de tu vida en sí, y ahora te tienen atadas a ellas. Lucha en esta Cuaresma para salirte de allí y vivir una vida que genere vida a los demás. Júntate con personas que te hagan producir vida, no que te destruyan la vida. Hasta el cielo no paramos.

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