Reconocer a Jesús.
1) Cruzar el lago: implica que tenés que animarte a seguir adelante, no podés girar siempre en lo mismo. No podés quedarte girando o en el lugar del éxito o del fracaso y quedarte con eso nomás. Tenés que animarte a lo nuevo, a lo que te desafía la vida, a lo que implica moverte y seguir. Porque cada día se descubre algo nuevo, pero vos tenés que estar abierto a descubrir cosas nuevas. Cruzar el lago es signo de estar abierto a nuevas experiencias, a soltarte y jugártela. 
2) La gente: en esto hay que ser cautelosos, porque vos y yo podemos usar al otro o podés caer vos en una cosificación, en donde vos sos como para el uso del otro. La otra vez un amigo me contaba que le pidieron que vaya a cantar a tal lado, pero él dijo que no podía. Entonces le dijeron: "Que te haces la figurita difícil...". Y él me decía: "Pero ni siquiera me preguntó por qué", y era porque se estaba mudando con su familia. Hay veces que tenemos al otro como llaverito nuestro y no vemos la necesidad que tiene. Solo quiero que me resuelva lo mío, no me importa si está bien o mal. No caigamos en cosificar al otro, que el otro solo sea una cosa o utilizarlo solo para mí. El otro también es persona.
3) Curados: hoy pidamos a Jesús que toque nuestro corazón y nos cure, nos alivie y nos llene. Jesús viene a sanar pero debemos reconocer que estamos enfermos. La enfermedad más grande que tenemos es ser "miopes", porque no vemos la mano de Dios en nuestras vidas. ¡Jesús, cúranos!

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