En los años ochenta, Patti Smith se alejó de la música para cuidar a sus dos hijos. En esos años se centró en la escritura, fueron años claves para su formación y para lo que vendría después. En aquella década, Smith solo publicó un disco, Dream of Life, junto a su marido. Tras la inesperada muerte de Fred Smith, Patti se encontró viuda a los 48 años, sin trabajo y con dos adolescentes a su cargo. En aquel momento de dudas apareció Michael Stipe, cantante de REM, que con  una llamada nocturna cambió la carrera de Smith que volvió a los escenarios junto a Bob Dylan y más tarde al estudio con Gone Again, un disco fascinante que marcó su nuevo regreso. Esta semana recordamos esta historia y estas canciones junto a Toni Castarnado y Lucía Taboada.