No siempre conocer a alguien en redes puede ser bueno. Sin embargo, he tenido la suerte de toparme en Instagram con alguien singular. Ha resultado ser un jesuita que un día quiso ser periodista y que hoy vive en París, como yo. Álvaro Lobo es joven y “predica” a través de YouTube y de las redes sociales. Y es aquí, en París, donde trabaja con refugiados y ayuda a quienes se sienten solos. Con él he podido hablar de espiritualidad y de fe, pero también de sexo, de mujeres, de los abusos en la Iglesia y de muchas de las cosas que siempre quise saber sobre los curas y no me había atrevido a preguntar.