Los inquilinos de los apartamentos del número 23 de Cranley Gardens, en el tranquilo suburbio de Muswell Hills, al norte de Londres, descubrieron que sus lavabos e inodoros, no funcionaban correctamente, y un olor desagradable salía de las cañerías, así que llamaron a un fontanero local llamado Michael Cattran para solucionar el problema, cuando el trabajador bajo a inspeccionar la fosa séptica, apenas quito la tapa y un hedor desagradable salió del interior, pero aquel olor era muy distinto al que comúnmente se percibe en las cañerías, la pestilencia era increíble, aun así decidió continuar, apoyado solo de una linterna, unos 3 metros y medio más al fondo, logro observar una capa de líquido blanquecino de apariencia viscosa y con manchas rojas, que obstruía las cañerías, cuando llego hasta el fondo descubrió que eran trozos de carne putrefacta, algunos pedazos aun tenían cabellos adheridos a la piel, y se lograban apreciar algunos huesos pequeños.