El 20 de febrero de 2008, la encargada de la limpieza de un apartamento turístico de dos plantas ubicado en la calle carrer de Camprodon número 36 del barrio de gracia en Barcelona, descubrió el cuerpo de una mujer sin prenda alguna sobre el sofá, con una bolsa de plástico en la cabeza perfectamente adherida al cuello con cinta aislante de 4 cm de ancho, en el lugar no se encontró ningún objeto personal de la víctima, no había identificaciones ni tampoco la ropa que portaba en su momento, únicamente se encontraban unas botas altas negras de piel a un costado del sofá, al igual que una peluca de cabello negro con fleco, y un refresco con un vaso servido por la mitad, no había signos de violencia en el sitio, todo estaba perfectamente en orden, las luces estaban encendidas al igual que el televisor, pero lejos de eso, todo parecía estar en su lugar.