3 libros en 1: ¿Por qué Bitcoin? + El futuro del precio del bitcoin + Criptojubílate con Bitcoin

Por 1 Millionxbtc

¡PREPÁRATE PARA CONOCER TODO LO QUE NECESITAS PARA APROVECHAR LOS BENEFICIOS DEL BITCOIN EN ESTA RECOPILACIÓN DE 3 LIBROS EN 1!

 

En esta antología, 1Millionxbtc recopila tres de sus obras más exitosas que te darán toda la información que necesitas para saber cómo funciona el Bitcoin y cómo aprovecharte de los beneficios de la reina de las criptomonedas.

 

En ¿Por qué Bitcoin? encontrarás todos los argumentos técnicos por los cuales esta moneda virtual solo tiene un posible futuro: el éxito. Sus propiedades, implicaciones en la economía, funcionamiento interno, ley de Metcalfe, efecto Lindy, ley de Gresham, dilema de Triffin, test de Howey... y todas las respuestas que necesitas para comprender y confiar en los bitcoins.

 

¿O lo que quieres saber es qué valor alcanzará? En El futuro del precio del Bitcoin se hace un estudio de su progresión a través de diversos análisis y tendencias pasadas para valorar los posibles escenarios a través de su historia y de todos los factores posibles que pueden afectar al desarrollo de su valor en los próximos años para pronosticar su futuro.

 

Pero, además, en Criptojubílate con Bitcoin encontrarás la fórmula para asegurar tu futura libertad financiera sin depender de nadie. Descubre por qué es el mejor medio al que confiar tu futuro en comparación con cualquier otra opción de jubilación, y cómo puedes asegurar tu economía para el resto de tu vida en unos pocos años y con mejores cifras.

 

Una recopilación imprescindible si no quieres perderte las oportunidades que Bitcoin ya está brindando a aquellos que ya lo conocen y confían en él.

• Idioma: Español
• Editorial: 1Millionxbtc
• Fecha de lanzamiento: 18 jul 2023
• ISBN: 9798215453490

Vista previa del libro

Todos los derechos reservados marzo 2021

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¿QUIÉNES SOMOS?

El objetivo de crear contenidos formativos de calidad sobre criptomonedas y blockchain ha unido a un grupo de usuarios apasionados del «internet de valor» y los modelos descentralizados bajo el nombre de 1Millionxbtc, que expresa su convencimiento en el futuro prometedor del bitcoin y la tecnología Blockchain.

En esta ocasión hemos confeccionado una recopilación de tres de los libros más exitosos para que puedas disponer de una gran y valiosa información acerca del bitcoin y las criptomonedas: ¿Por qué Bitcoin?, El futuro del precio del Bitcoin y Criptojubílate.

Un saludo.

¿POR QUÉ BITCOIN? La fórmula para lograr la libertad financiera

INTRODUCCIÓN

¿Por qué bitcoin?

Esa es la pregunta que se hacen todos aquellos que han escuchado hablar del bitcoin pero que todavía no lo conocen realmente. Sobre todos los que tienen la intención de conseguir una independencia financiera absoluta. ¿Por qué bitcoin? ¿Qué es lo que tiene? Cada vez son más los que conocen la criptomoneda, o al menos los que han oído hablar de ella, pero las reacciones respecto a ella son diversas. En la mayoría de los casos, la gente comienza a escuchar sobre el bitcoin por las historias de personas que se han hecho millonarias rápidamente con él, que han conseguido su libertad financiera viviendo la vida que desean, con facilidad y sin depender de nadie. La gente sabe que es algo con lo que puede hacerse mucho dinero, con lo que se puede conseguir todo lo que uno desea. Sin embargo, no terminan de fiarse y acaban alejándose como si se tratase de una leyenda urbana.

¿Por qué iba a poder enriquecerme con ese invento?, eso no tiene valor real, seguro que tiene truco... Las frases de aquellas personas que han escuchado sobre el bitcoin, pero que no lo conocen en realidad, demuestran la necesidad de este libro, de explicar por qué la criptomoneda tiene el potencial que se le asume, ese que hace que tenga tantos seguidores que admiran sus propiedades y posibilidades, y también detractores que la tachan de invento. Opiniones aparte, el bitcoin es una criptodivisa muy real, con un entramado muy complejo que es la razón de su existencia y que permite, entre otras muchas cosas, aumentar patrimonios y que estos no dependan de nadie. Es decir, la fórmula de la libertad financiera.

¿Pero por qué muchas personas no terminan de verlo así? Los hay incluso que sí que tienen fe en las posibilidades de la moneda, los que saben de lo que es capaz, pero algo interior les hace necesitar comprender su funcionamiento para trabajar con ella con confianza y en los mejores términos posibles, para bajarla de esa nube utópica en la que piensan que existe y añadirla finalmente a su bolsillo virtual. Para ellos también es necesario explicarles por qué el bitcoin, por qué tienen que hacer caso a ese instinto que les hace aproximarse a la criptodivisa.

Y después, están los detractores. Esos que siempre están augurando el final de un bitcoin que, por cierto, dista mucho de extinguirse. Habiendo sobrevivido a las innumerables predicciones que aseguraban su desaparición, lo cierto es que sus seguidores aumentan cada vez más. Y aun así, todavía persisten esos que dicen que invertir en el bitcoin es tirar el dinero. A ellos también hace falta explicarles por qué el bitcoin es la mejor herramienta financiera que existe hoy día en el mundo.

Para empezar, es el único medio de valor independiente, que no puede ser manipulado o dirigido por terceros. No se puede conseguir la libertad financiera si no dependemos exclusivamente de nosotros mismos. La cadena de bloques está descentralizada, no existe en un lugar en concreto, sino en miles de nodos alrededor del mundo que se vigilan entre ellos para que, en caso de que alguien intente vulnerar uno de ellos, por comparación con el resto la modificación maliciosa quede detectada e inutilizada. El dueño del bitcoin es aquel que tiene la clave privada, lo único que puede movilizarlo de la blockchain. Nadie más. No depende de autorizaciones externas, ni siquiera de plataformas o entidades que podrían ya no solo imponer sus condiciones, sino desaparecer en cualquier momento. La red Bitcoin es transparente: sus inamovibles reglas son las que todos aceptan para poder participar, y son las que permanecen a lo largo del tiempo.

Pero la libertad financiera no depende exclusivamente de la independencia. También tiene que permitirte ganar dinero para vivir cómodamente y de la forma que deseas y asegurarte el bienestar a lo largo del tiempo. De eso también se encarga el bitcoin. Un solo bitcoin puede hacerte millonario, te protege de la inflación, es la mejor forma de dinero, sus características mejoran al oro, es escasez real, evoluciona y aumenta su valor con la adhesión de nuevos usuarios y las mejoras tecnológicas de su entorno... ¿Ley de Gresham? ¿Ley de Metcalfe? ¿Efecto Lindy? ¿Test de Howey? ¿Efecto Cantillon? ¿Dilema de Triffin? No, el bitcoin no es un experimento. Es un protocolo que pone a prueba todos los principios económicos y los pone en jaque. A lo largo de estas líneas verás que es algo muy serio.

Además, no es que solo sea la mejor forma de conseguir la libertad financiera, sino que puede que sea incluso la única. El dinero fiat siempre está sucumbiendo a crisis cíclicas, las pensiones ya no están aseguradas para nadie, ni siquiera las privadas ni la inversión en acciones o en oro. Y por si fuera poco, el bitcoin cumple todas las características para poder acabar y sustituir al sistema financiero actual. Sería maravilloso formar parte de esta revolución y estar en el lado correcto si llegara a ocurrir.

Por lo tanto, en este libro vamos a tratar todos aquellos aspectos que convierten al bitcoin en un elemento imprescindible y en la mejor opción si tu objetivo es crearte un patrimonio solvente que te permita vivir como quieres, eficaz, que sea realmente tuyo y que te permita independizarte de todos esos poderes que intentan manejar tu existencia y conseguir la vida de tus sueños.

A continuación tienes, a modo de trucos y argumentos, las razones por las cuales confiar en el bitcoin te va a dar esa libertad financiera que no vas a poder encontrar en ningún otro lugar.

PORQUE EL BITCOIN ES TUYO, Y SOLO TUYO

BIENVENIDO A LA SOBERANÍA MONETARIA INDIVIDUAL

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¿Crees que tu dinero es realmente tuyo? Porque si lo crees así, tienes un problema. Lo primero que tienes que preguntarte es dónde tienes la mayoría de tu patrimonio. Si eres de esa gran mayoría de los mortales, lo normal es que lo tengas guardado en el banco. Todos hemos normalizado el hecho de guardar nuestro patrimonio en una entidad bancaria. De hecho, las nóminas normalmente se ingresan automáticamente en ella, y los autónomos ingresan los cobros del día cada jornada para tener su dinero a buen recaudo, si es que los cobros no se han hecho con tarjeta y han ido a la cuenta del banco directamente. Lo normal es tener el dinero guardado en alguna entidad bancaria, y hemos naturalizado esa opinión porque pensamos que ahí está más protegido. Lo que nos lleva a una primera incómoda verdad: para empezar, tu dinero está en las manos de alguien ajeno a ti.

Eso, suponiendo que lo consideres tu dinero. Evidentemente, crees que aunque esté en otras manos es tuyo porque puedes recuperarlo cuando quieras. Puedes ir y sacarlo sin que nadie te lo impida. ¿Seguro? Para empezar, los cajeros tienen un límite de dinero que puede ser extraído por persona y día. Has oído bien: un límite. Te están imponiendo sus condiciones para que puedas disponer de tu dinero. Es cierto que si necesitas más liquidez, puedes hablar con el personal y acordarlo, pero ya tienes que suplicar y justificar que quieras disponer de tu dinero.

Porque, ¿es realmente tuyo? ¿Sabes lo que está pasando con ese dinero que tienes resguardado en una entidad bancaria en una cuenta o en cualquier modalidad de ahorro? La mayoría de los bancos lo utilizan para invertir. Aprovechan los millones y millones de dólares de sus usuarios para ganar dinero invirtiendo, se quedan con las ganancias de la inversión, y después te devuelven tu parte. Eso si no lo pierden con sus inversiones. ¿Recuerdas la crisis de 2008? Muchos bancos erraron en estas prácticas, y no solo no ganaron con ellas, sino que perdieron el dinero de sus clientes. Muchos de ellos tuvieron que declararse en quiebra. Lehman Brothers fue el caso más sonado, pero por supuesto que no el único. Hasta 400 bancos quebraron desde 2008 solo en Estados Unidos, comprometiendo hasta 600.000 millones de dólares de sus clientes.

¿Y qué pasa cuando un banco no puede devolverle el dinero a sus clientes? En algunos países, el gobierno dispone de un fondo para cubrir esas pérdidas. Pero ese fondo tiene un límite, una cantidad que no puede sostener crisis mundiales como la de 2008, por lo que pasa a recuperarse a través de rescates con ayudas internacionales o dinero público.

En el caso de Estados Unidos es el FDIC, una organización independiente del gobierno, la que se encarga de asegurar el dinero depositado en los bancos. Pero lo hace con hasta un máximo de 250.000 dólares por depositante y con una cantidad máxima estipulada. Es decir, límites y más límites.

A menudo ocurre que estos límites no pueden paliar una crisis mundial y simplemente el dinero se da por perdido. Sí, ese dinero que era tuyo, en mano de otro, se da por evaporado.

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Gráfico de elpais.com que muestra la cantidad de dinero que se asume perdido e irrecuperable (en rojo) tras la crisis financiera entre 2008 – 2013. Destacan los casos de España, Irlanda y Alemania, superando cada uno los más de 40 miles de millones de euros perdidos

Además, en este tipo de situaciones donde la economía nacional se inestabiliza, un banco puede decidir voluntariamente dejar de darle el dinero a sus clientes porque sí en el popularmente denominado corralito. Esto significa que los cajeros no funcionarán y no te darán ni un billete por mucho que se lo pidas. Legalmente pueden hacerlo, bajo el pretexto de intentar mantenerse a flote, pueden impedirte retirar tu dinero para no quebrar al ver cómo todos los clientes quieren hacer uso del derecho a recuperar su dinero. Esto ya ocurrió por ejemplo en Brasil (1990), Ecuador (1999), Argentina (2001), Islandia (2008), Chipre (2013)...

Y tampoco hace falta que haya una crisis mundial para que un banco cierre comprometiendo tu dinero. A diario, entidades menores son absorbidas por entidades mayores, de manera que tus fondos tienen que adaptarse sí o sí a las nuevas condiciones propias de la fusión. Al final tu patrimonio es más parte de esta batalla entre entidades financieras que de ti mismo. Y muchas también son las veces que cambian sus tasas y condiciones internas para intentar sobrevivir u optimizar beneficios...

Pero también es cierto que hay bancos que no son de inversión y que gracias a ello son económicamente más estables. No son la mayoría, pero los hay. Estos no arriesgan tu dinero depositado, pero te cobran por el servicio de guardártelo con comisiones, a menudo, abusivas. Ya que no ganan dinero especulando con tu dinero, tendrán que hacerlo de otra forma. Y si no quieres pagar por ello, la alternativa a eso es guardarlo todo en casa, con el temor constante a ser robado o a perderlo por algún despiste. Es decir, tú decides: vivir con miedo, o pagar por la relativa seguridad que te da un banco. No me parece lo que se dice una libertad económica excelente tener que escoger entre dos opciones indeseables.

Así que, nos queda la opción de guardar el dinero en casa en una caja fuerte, o bajo el colchón como se hacía antiguamente, para asegurarnos de que nuestro dinero es realmente nuestro. Y aun así, ¿estás seguro de que puedes considerar que tienes una independencia monetaria? No. Es cierto que las monedas y los billetes pueden estar en tu poder, pero este puede perder valor aunque lo guardes en tu casa, y de hecho lo hace. Con el desarrollo de los países, el índice de inflación siempre aumenta. Esto significa que con una misma cantidad de dinero, puedes comprar menos cosas. Con lo que hasta hace poco llenabas el carro de la compra, ahora no llegas ni a la mitad. Ese dinero que es tuyo, cada vez es menos dinero porque está sujeto a un sistema económico establecido que no controlas tú.

Y eso, si hablamos en términos de normalidad. En situaciones más graves, los gobiernos pueden devaluar su propia moneda para salvar situaciones críticas. Es decir, pueden hacer voluntariamente que tu dinero, valga menos. Efectivamente, lo tienes en tu casa y a buen recaudo, es tuyo, pero bajo la condiciones que impone el gobierno, que es quien lo emite, y que hace que por muy tuyo que sea, cada vez sea diferente y con menos valor. Devaluar su moneda es una medida desesperada pero a la que tienen que recurrir aquellos países que gastan más en sus importaciones de lo que ganan con sus exportaciones.¿A eso puedes llamarlo independencia financiera?

En cambio, el bitcoin es tuyo y solo tuyo. ¿Dónde están tus bitcoins? Las criptomonedas forman partes de la llamada cadena de bloques o blockchain. Este es un registro informático en el que están almacenadas todas las transacciones de bitcoins. Ahí están tus monedas, y solo puedes utilizarlas a través de unas claves privadas. ¿Qué significa esto? Que solo y exclusivamente el propietario de estas claves puede acceder a las monedas. Esto significa que, siempre que las guardes a buen recaudo, eso asegurará que tengas acceso a tus criptomonedas sin que nadie pueda limitarte tu uso ni acceder a ellas. Ni corralitos, ni pérdida de fondos por quiebras de bancos, ni límites de uso diario o comisiones cambiantes.

Y por si fuera poco, el valor del bitcoin lo decides tú. Evidentemente responde a las leyes de la oferta y la demanda, y siempre gira en torno a un valor estipulado por las casas de cambio. Pero si quisieras vendérselo a otro usuario al precio que tú quisieses, podrías hacerlo y nadie podría impedirlo. Ni una devaluación voluntaria por parte del gobierno, ni la inflación inherente a todo proceso de desarrollo le haría perder valor.

En definitiva, nadie puede impedirte el acceso a tus bitcoins porque solo tú tienes acceso a ellos, en tanto que conserves las claves privadas. Y nadie puede hacer que desaparezcan porque pertenecen a una red que crece cada día, que está en cientos de miles de lugares y que se asegura a sí misma mediante la comparación de sus copias que ninguna pueda ser manipulada. Tus bitcoins no desaparecen, ni se modifican. Y solo tú tienes acceso a ellos, sin limitaciones. De eso se trata la libertad financiera.

PORQUE EL BITCOIN NO ES PROPIEDAD DE NADIE, SINO DE TODOS

TODOS PUEDEN ACCEDER A ÉL, PERO NADIE MANIPULARLO

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Como hemos dicho anteriormente, los bitcoins solo pueden ser movilizados mediante sus claves privadas. Eso significa que solo quien las conozca podrá utilizarlos. Y como solo tú serás el propietario de tus claves, solo tú decidirás cuánto y cómo movilizar tus criptomonedas sin que nadie pueda impedírtelo. ¿Y cómo se consigue esto? Con un sistema que no pertenece a nadie y que a la vez está gestionado por todos.

Nadie podrá impedirte utilizar tus bitcoins a tu antojo porque esta información digital no está en un servidor en concreto que alguien pueda manipular o restringir. La cadena de bloques no está en un servidor físico o lugar localizado. Está en todos los usuarios que hacen uso del cliente Bitcoin, generando los llamados nodos de la red. Cada uno de ellos tiene una copia en la que están tus bitcoins, de manera que para que desaparecieran, tendrían que eliminarse todos ellos. Y en 2019, ya se han superado los 100.000 nodos alrededor del mundo. Si un banco quiebra, pierdes tu dinero depositado en él. Si un nodo de bitcoin cae, da igual, hay cientos de miles más donde están tus monedas.

, La red de Bitcoin supera los 100.000 nodos, muestra nuevos datos

Evolución de los nodos de bitcoin según criptopasion.com

Tus monedas, a las que solo puedes acceder con tus claves, estarán en todos esos nodos que además siempre existirán con las mismas condiciones. Nadie puede cambiarlas de un día para otro porque son unas normas que se aceptaron en consenso y que, para cambiar, debería modificarse en todas las copias de la cadena de bloques. Si un banco decide cambiarte las condiciones de tu cuenta, puede hacerlo. En cambio, las características del bitcoin son inamovibles, porque en cuanto una cadena de bloques las contradijera, sería anulada por los cientos de miles restantes.

Para comprender este funcionamiento, tenemos que pensar en una libreta de cuentas compartida. Imagina una empresa en la que existe una persona que actúa de contable. Si esta persona quisiera, podría manipular los archivos de ingresos, gastos, y toda la contabilidad de la empresa para hacer unos pequeños ajustes y permitirse... un dinero extra sin que nadie se diera cuenta. Solo él tiene acceso a los movimientos de dinero y por lo tanto tiene la capacidad de manipularlos.

En cambio, ¿qué pasaría si todos los miembros de la empresa tuvieran acceso a las cuentas y que de hecho tuvieran que validar cada operación? La cosa cambiaría. El contable no podría manipularlo a su antojo sin que los demás se dieran cuenta. Así es como funciona la cadena de bloques. Cada operación tiene que ser validada por sus usuarios. Los encargados de verificar las transacciones sobre la cadena son los denominados mineros, que utilizan sus equipos informáticos para resolver complejos algoritmos que hacen que toda operación sobre la cadena de bloques cumpla las condiciones inscritas en esta, de manera que las normas establecidas por el protocolo bitcoin no pueden ser rotas por un individuo, ya que tendría la vigilancia de todos los validadores de la cadena.

Bitcoin premia a estos vigilantes con recompensas, de manera que estimula que cada vez existan más mineros que aseguren la verificación colectiva de las transacciones. El protocolo también permite que, de entre todos los voluntarios para actuar como validadores, sea uno al azar el que realiza la verificación final y se lleve la recompensa, de manera que cualquiera puede convertirse en árbitro de este sistema y tiene opciones de ser elegido como tal, para que nadie tenga más peso que otro.

La función de los mineros es intentar resolver un complicado acertijo matemático a través de sus dispositivos informáticos. Para ello, lo que hacen las computadoras es intentar resolverlo mediante el método de ensayo y error. Prueban constantemente, una vez tras otra, hasta dar por casualidad con la solución. Esto hace que el validador, como se ha comentado, se escoja por azar, permitiendo una absoluta transparencia en el proceso.

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Resultado de imagen de how blockchain miners works

Gráfico de edureka que muestra el funcionamiento de la cadena de bloques. Cuando un usuario utiliza bitcoins, la operación enviada a la red bitcoin tiene que ser verificada por los mineros antes de ser añadida a la propia cadena

Este funcionamiento hace que el bitcoin no sea de nadie y a la vez de todos. Es de todos porque cualquiera puede participar, descargar una copia de la cadena de bloques convirtiéndose en un nodo más, y participar en la verificación de las transacciones en igualdad de condiciones que el resto.

Y no es de nadie porque nadie puede apoderarse o cambiar su funcionamiento. Al existir tantas copias de la cadena de bloques, si alguien intentara cambiar una de ellas, se anularía al ser distinta a las demás. Eso hace que las condiciones establecidas en su protocolo se mantengan constantes y sin posibilidad de ser manipuladas.

A nivel práctico, significa que nadie puede manipular tus bitcoins, y que todos los usuarios hacen que esto sea posible.

PORQUE EL BITCOIN ES ESCASEZ DIGITAL, DINERO DURO

EL VALOR DE TODO ELEMENTO DEPENDE DE SU ESCASEZ

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¿Por qué el oro es tan valioso? Por una sencilla razón: porque es escaso. Al haber poco, al no haber para todos, al ser tan exclusivo, son muchos los que compiten por él y al final se lo acaba llevando el mejor postor; el que más paga por él. De ahí la fiebre del oro, que todos quieran hacerse con él.

No hace falta irse al oro como ejemplo para comprender este concepto. ¿Por qué los diamantes son tan caros? Porque son carbono puro. El carbono está en todas partes, incluso en nuestro propio cuerpo, pero con la estructura interna cristalina de un diamante, hay poco. Y no puede crearse de la nada. Esa conformación solo se consigue con el paso de miles de años y la presión adecuada. No puede fabricarse de la nada, cuesta muchísimo crear un diamante. Por eso vale tanto.

¿O qué pasa cuando las tormentas acaban con las cosechas? Que el precio de la verdura en el supermercado se dispara, porque ya no hay tanta disponibilidad debido a las pérdidas ocasionadas por el temporal.

Cuando algo abunda, cuando se puede conseguir sin dificultad, nadie está dispuesto a pagar por ello. Nadie se deja el dinero en algo que tiene al alcance de su mano. En cambio, se paga lo que haga falta por lo exclusivo o por aquello que no se pude conseguir con facilidad.

Esto responde a una de las leyes económicas más básicas: la oferta y la demanda. Algo que escasea y que quieren muchas personas, dispara su precio. Solo las que paguen bien por ello conseguirán apropiárselo. Pero ¿qué hay en este mundo que sea escaso? Si volvemos al oro como el elemento más preciado del universo, lo cierto es que nadie puede asegurar su escasez. A menudo se encuentran nuevas minas de oro ocultas que aumentan su oferta. Nadie puede decir cuánto oro queda en la Tierra. ¿Sabes cuántos kilos de oro quedan exactamente por explotar? No, nadie lo sabe. Y de hecho, ya casi cualquier persona puede hacerse con oro con