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Cartas al desnudo
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Libro electrónico155 páginas

Cartas al desnudo

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Información de este libro electrónico

El género epistolar es ya muy antiguo y ya apenas usado, por su sabor romántico y de un tiempo en el que todo transcurría más lento, la autora lo ha recuperado para reconvertirlo en prosa poética y lanzar las cartas al aire, sin destinatario conocido, para así curar las heridas del desamor y de la vida frenética.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 ene 2022
ISBN9788418913150
Cartas al desnudo

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    Vista previa del libro

    Cartas al desnudo - Celia González Revenga

    portada.jpg

    Primera edición digital: enero 2022

    Campaña de crowdfunding: equipo de Libros.com

    Fotografía de la cubierta: Alberto González Cámara

    Maquetación: Silvia Laura Prado [ Estudio Golum ]

    Corrección: Míriam Villares

    Revisión: Elena Carricajo

    Versión digital realizada por Libros.com

    © 2022 Celia González Revenga

    © 2022 Libros.com

    editorial@libros.com

    ISBN digital: 978-84-18913-15-0

    Logo Libros.com

    Celia González Revenga

    Cartas al desnudo

    Con amor al cielo, te mando este libro y muchos besos.

    A mi yaya.

    Nota

    Antes de que empieces a leer estas cartas, debo informarte de que no todo es personal, que hay partes inventadas, historias dadas la vuelta y, otras tantas, que tienen mucho sentimiento.

    Ahora sí, mi querido lector, coge un café, ponte cómodo y sumérgete en cada carta haciéndola tan tuya como sientas.

    Índice

    Portada

    Créditos

    Título y autor

    Dedicatoria

    Nota

    Cartas al desnudo

    Agradecimientos

    Mecenas

    Contraportada

    LA CHICA DE LAS CARTAS

    ¿Recuerdas la última vez que recibiste una carta?

    Puede que ni siquiera te hayan llegado a mandar una, que lo de remitente y destinatario se te haga raro, y mucho más la sensación peculiar de pasar la lengua por el borde del sobre al cerrarlo. Pegar el sello en la parte superior derecha e introducirla en el buzón, esperando con ansia de vuelta la correspondencia.

    Quizás todo esto sea poco acorde con mi generación, las redes sociales y el mundo inmediato y globalizado en el que vivimos, pero regalar cartas siempre me ha parecido que es una gran muestra de cariño, ya que muchas veces expresar los sentimientos nos resulta un mundo.

    Hace poco un profesor de publicidad me preguntó si creía que éramos más creativos cuando estamos rotos, a lo que respondí con un rotundo sí, de hecho la primera carta que escribí llegó en un momento en el que el corazón dolía a más no poder «Carta al cielo». Después de esto apareció en mi vida la ansiedad, la cual hizo que la escritura fuera mi vía de escape; y un día, sin apenas darme cuenta, tenía tantos sentimientos metidos en un cuaderno entre mis manos que pensé que compartirlo con vosotros podría ser una forma de cerrar las heridas mal curadas.

    Me gustaría que fuéramos de la mano en cada carta, siendo el mejor equipo, viviendo todas ellas tan presentes como si lo fueran.

    VELOCIDAD

    ¿Alguna vez has intentado decir todo aquello que gritas por dentro, pero susurras al viento?

    Sensaciones como salir de la mano juntos, subir el volumen porque esa es nuestra canción y cantarla a voces como si no hubiera un mañana, mirarte a los ojos y preguntarte «¿qué pasa?», esperando un nada como respuesta, y que esa sea la excusa perfecta para robarte un beso de esos que te dejan con ganas de mil más, entonces aceleras y pasas de sesenta a doscientos en un segundo, sin freno de mano ni cinturón de seguridad y, en verdad, no sabes muy bien por qué lo haces, pero es fácil, te sientes vivo, con ganas de comerte el mundo sin pensar en el golpe que vendrá después, porque quién sabe, lo mismo eres conductor de élite y no hay curva que se te resista.

    Piensas que la carretera es una línea recta, pero hay veces que hay que arriesgar en las continuas subidas y bajadas, en los puertos de montaña y a la orilla de la playa, pero nunca dejes de ir a doscientos por pensar si la próxima curva tendrá el final que no nos merecemos.

    ANSIEDAD

    Te conocía de oídas, y la verdad que nadie me había hablado bien de ti.

    No te tenía miedo, pero, seamos sinceras, en mis planes no estaba que con dieciocho años aparecieras en mi vida, de la noche a la mañana, abrazándome por la espalda como si de una amiga se tratara, todo lo contrario, a pesar de haberte convertido en mi compañera día y noche, que no me sueltas ni a sol ni a sombra, tengo que decirte que te odio por sacar mi peor parte, por apagarme a mí y a todos los que me rodean por tu culpa, porque, querida ansiedad, suficiente ya me ha quitado la vida como para que me robes un segundo más de felicidad, de risas, de ganas de vivir…

    Estoy harta de llorar sin motivo, de no tener ganas más que de que pasen los días, de ahogarme por nada y ver que todo cambia en el resto menos yo, que me estanco en algo que no quiero.

    Te odio, por cortarme las alas, por no dejarme ser yo misma, pero tranquila que estoy encontrando la fórmula para volver a ser yo, a pesar de tenerte detrás para toda la vida.

    P.D.: Que nadie te quite las ganas de sonreír.

    Imagen

    ESTABILIDAD

    Curvas, subidas y bajadas, amor, te quiero, sexo, distancia, pérdida…, y así cientos de tópicos poéticos de los que te puedo hablar, pero ¿y si me abro en canal y te hablo de la estabilidad?

    ¿A quién no le gusta tener una estabilidad emocional tan fuerte que sepa que a pesar de pasarle un torbellino por encima, va a ser capaz de mantenerse intacto, como que eso no fuera consigo mismo?

    Pues bien, yo lo reconozco, me encantaría ser ese tipo de personas, indestructibles, a pesar de muchas veces ser lo

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