Calificada por algunos historiadores y de Hollywood y alternativamente como la estudio Metro Goldwyn nació el 10 de agosto en Montreal, Quebec, Canadá, Woodland Hills, Los Ángeles, California, Estados Unidos.
Su 1,55 metros de estatura no le impidió ser una de las figuras más respetadas y encumbradas de la llamada Meca del Cine, donde además, en el momento en que ella comenzó a trabajar ante las cámaras, apareciendo en el cortometraje The Star Boarder (1919), encadenando varias apariciones como secundaria sin aparecer en los créditos el año siguiente en otros dos cortos, The Flapper (1920), donde dio vida a una colegiala, y Torchy’s Millions (1920), y en dos largos, Las dos tormentas (1920), melodrama dirigido por David Wark Griffith con Lillian Gish como protagonista, en el que interpretó a una bailarina, y The Restless Sex (1920), protagonizada por Marion Davies, una de las divas de la pantalla grande. Una altura media habitual entre las féminas que dominaban la cartelera y el estrellato en el lugar, no tan altas como las de nuestros días.
La reina del cine mudo, Mary Pickford, primera “novia de América”, medía 1,54, y su máxima competidora, Lillian Gish, conocida como “la primera dama del cine estadounidense” (no se estrujaban mucho los medios de comunicación y las oficinas de prensa y promoción de estrellas de Hollywood en aquellos tiempos), podía presumir de muy alta con su 1,66, frente al 1,60 de otra diva del momento, Mae Marsh, o el 1,65 de la publicitada como “reina de la pantalla”, Marion Davies.
Shearer fue, junto con algunas de las citadas, una de las actrices puente entre el cine mudo y el sonoro, y tuvo la suerte de que su voz y la manera que tenía de trabajar con sus cuerdas vocales se ajustara bien a paso de las películas silentes a los denominados talkies, o películas habladas.
A caballo entre esos dos mundos, también la benefició el hecho de contar con la ayuda fundamental de su hermano, Douglas Shearer, que fue director de grabación del Goldwyn Mayer, que le facilitó el paso por ese Rubicón la