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No vayas a creerte que eres especial, avisa entre risas y con ese acento argentino rioplatense que tan cercana la hace, pese a ser una estrella indiscutible, y a partir de la nueva entrega de la franquicia Mad Max, aún más, Anya-Josephine Marie Taylor-Joy (Miami, Florida, 1996). No eres el único que ha tenido problemas con la conexión a Internet esta mañana. No sé si estoy en la suite de lujo de un hotel o en la habitación del pánico y voy a encontrarme ahora con Jodie Foster. Y es que aunque la imagen se congele (¿Vos no pensarás que soy fría?, inquiere al entrevistador con la picardía presente en sus ojos), la conversación con la joven Furiosa de la distopía posapocalíptica imaginada y ejecutada por el director australiano George Miller se desarrolla tan fluida como agradablemente.
NACIDA PARA SER BÁRBARA
Hace cuatro años coincidimos en la presentación de Emma. (A. de Wilde, 2020). A las pocas semanas el mundo se volvió loco con la pandemia. Así que saltar de un apocalipsis real al de ficción en Furiosa: De la saga Mad Max sería algo al menos curioso.
No llegamos a comportarnos como (E. Wright, 2021), (R. Eggers, 2022) o (M. Mylod, 2022), y tuve la suerte de que se estrenaran comercialmente. Lo que veo en común entre la pandemia y el universo de las Tierras Baldías donde Furiosa trata de sobrevivir es que la Naturaleza nos da señales de alarma que deberíamos tener en cuenta. Y que el ser humano posee una capacidad de supervivencia, acaso de esperanza en el fondo, más fuerte que cualquier posible fin del mundo.