LA ELECCIÓN DE BARCELONA como el próximo destino del viaje de Louis Vuitton para presentar sus colecciones Crucero no es banal. No se basa sólo en que la arquitectura de Gaudí y el Mediterráneo de fondo puedan ser la localización soñada para cualquier evento cultural –porque de eso no se apasionó por la obra del arquitecto modernista que llenó de personalidad la Ciudad Condal. Tanto, que hizo decorar su casa familiar de Asnières siguiendo los patrones del estilo del catalán. Poco después, en 1929, su hijo Gaston-Louis Vuitton participó en la Exposición Universal de Barcelona como miembro del jurado, e incluso fue galardonado por sus baúles para transporte de artículos de tocador. Desde entonces, esta amistad ha sido incansable. También fue la primera localización en España de una de la marca en 1987, y este año no sólo acogerá su desfile más nómada, sino que su mar, de un azul profundo, también será la cuna que meza a los participantes de la LouisVuit-ton Cup y la America’s Cup de navegación.
