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“Super Sports Issue”. Así definían en su número de octubre de 1974, dedicado en gran parte al fenómeno cada vez más creciente (por aquel entonces) del deporte en Estados Unidos. “Reflexiones Lo cierto es que el número estaba plagado de curiosidades. En primer lugar, la obvia preeminencia en el número del béisbol, el boxeo y el hockey sobre hielo respecto al resto de deportes, ya que la NBA y la NFL aún no habían explotado. En segundo lugar, la enorme variedad de contenidos: un artículo sobre una historia de amor con la tenista Billie Jean King, otro dedicado a las mujeres de los magnates que poseían algunas de las franquicias más conocidas, uno en el que enumeraban las distintas revistas especializadas que debías comprar si querías ser un experto en cada deporte, otro dedicado a los deportes que se juegan sin balón, pelota o algo esférico (u ovalado) y un par de ellos que destacaban por encima del resto. El primero, una especie de Salón de la Fama donde jerarquizaba según su importancia a los distintos actores del deporte (en el nivel más alto, el Panteón, estaban Vince Lombardi, Babe Ruth, Lou Gehrig o Sonny Liston); el segundo, una reedición de uno de los artículos más famosos de Gay Talese, original de 1966: “‘Joe’, dijo Marilyn Monroe, recién llegada de Corea, ‘nunca has escuchado un griterío así’. ‘Si, lo he escuchado’, respondió Joe DiMaggio”. Pura magia.