Reconocido sobre todo por su papel como el detective Theo Kojak en la serie de televisión Kojak, que protagonizó entre 1973 y 1978, y que fue sin duda el máximo hito de su carrera profesional, transformándolo en una estrella de la pequeña pantalla y en uno de los iconos más destacados de la cultura popular de los años setenta, hasta el punto de que llegaron a comercializarse chupachups con el nombre del personaje, aludiendo al objeto con el que se le identificaba, Telly Savalas se llamaba en realidad Aristóteles Tsavalas, y siempre se mostró orgulloso de su ascendencia griega, que incluso se impuso a la ficción de su personaje más famoso, ya que el detective Kojak había sido concebido inicialmente como descendiente de polacos, pero su origen fue cambiado a griego para seguir la propia realidad del actor que lo interpretaba.
Un chupachup y un exorcista postizo
Dicho sea de paso, lo de consumir compulsivamente chupachups en lugar de fumar cigarros como otros tipos duros de la pantalla grande y pequeña surgió como derivada de la propia afición del actor a la golosina, que adquirió cuando estuvo filmando la coproducción italo-española, El diablo se lleva los muertos (1973), un giallo dirigido por Mario Bava con una clave de fantasmagoría propia del género que se rodó en Toledo en una etapa en la que Savalas estaba intentando dejar el tabaco. El actor aplicó esa pelea personal por dejar de fumar al personaje que interpretaba, un siniestro mayordomo de ecos satánicos que respondía por el nombre de Leandro.
La película forma parte de la trayectoria paralela de Savalas en el cine de géneros europeo y más concretamente mediterráneo, de la que hablaré más adelante porque merece espacio propio en el marco de la filmografía del actor, pero aquí quiero aludir a su papel como ejemplo de las maniobras comerciales que señalaron el cine europeo en sus intentos por abrirse paso en las pantallas estadounidenses. , cuyo título italiano y la traducción del mismo al inglés es , se estrenó en varias versiones: la italiana, que contiene el metraje más