BADDO HA PASADO A LA HISTORIA POR SER UNA DE LAS POCAS REINAS EN TENER UN CIERTO PROTAGONISMO EN LA ESPAÑA VISIGO-DA. De su biografía se conocen escasos datos que se difuminan entre la veracidad documentada y la leyenda, pero su presencia en un concilio, uno de los momentos más importantes de una sociedad impregnada de religiosidad como la visigoda, nos hace pensar que tuvo una cierta relevancia en la corte de Recaredo. Baddo es también el punto de partida para conocer el papel que jugaron las mujeres en los casi tres siglos de dominio visigodo en la Península Ibérica
ORIGEN DESCONOCIDO
Además de la documentación conciliar, la figura de la reina Baddo aparece solamente una vez más en los escritos de la época, aunque esta referencia no demuestra claramente que se esté hablando de Baddo. Se trata de un fragmento de la obra de San Isidoro de Sevilla, Historia Gothorum, en el que nos habla del hijo de Recaredo, Liuva II, “engendrado de madre innoble”. Baddo podría haber sido esa madre innoble que habría engendrado al futuro rey durante el tiempo que vivió como concubina del monarca mientras este buscaba una mujer con alto linaje para contraer matrimonio legítimo. Sin embargo, existe la posibilidad de que Liuva no fuera hijo de Baddo, sino de otra de las mujeres amantes del rey, quien desestimó, sin explicación aparente, a varias mujeres de los reinos vecinos.
Entre las candidatas a convertirse en esposa de Recaredo y reina de los visigodos se encontraba , una princesa del reino vecino de los francos. Años antes ya había roto un compromiso con , hija del rey de Neustria. Righunta había emprendido el viaje rumbo a la Península Ibérica en el año 584 tras las negociaciones entre su
