Una segunda residencia para una gran familia, con abuelosdormitorios de las zonas comunes, para una mayor privacidad, mediante unas puertas de hierro y cristal”, cuentan Pilar Garnica y Cristina Miguelena, fundadoras del estudio Garnica Miguelena y autoras del proyecto de esta finca. “Durante el proceso de diseño dimos varias vueltas al salón. En un primer momento se planteó quitar la chimenea, ya que al tratarse de una vivienda en la playa parecía prescindible. Sin embargo, y dado que el gran reto era hacer una casa que se pudiera utilizar todo el año, decidimos mantenerla, pero creando un nuevo frente de chimenea acompañado de una estantería, y dejar el televisor oculto tras un panel”, comenta Cristina. A lo que Pilar añade que, además, “querían una casa cómoda y acogedora, moderna y elegante, para vivirla en cualquier momento”; por eso apostaron por una base neutra, telas con textura, que crean focos de color, y elementos de fibras naturales, que aportan calidez: un compendio de detalles que han convertido esta segunda r esidencia en la joya de la familia.
