ada año, la realiza colaboraciones excepcionales que reinterpretan su mítico Frasco de Abejas en ediciones limitadas y numeradas. Cada perfume, hilo conductor de estas ediciones, se ve realzado por una creación única concebida por un artesano seleccionado por su de Guerlain ha ido evolucionando, respetando siempre la delicadeza de su esencia floral. Si la historia de la perfumería fuera un enorme fresco de fragancias, el capítulo dedicado al formaría parte de la tradición de las obras maestras impresionistas. Al igual que la lila, la peonía y la violeta, el muguete es una flor considerada "muda". Aunque se puede recolectar, se niega a dejar extraer su esencia natural. Únicamente mediante la imitación y gracias al virtuosismo de los perfumistas de Guerlain se ha podido atesorar el perfume de esta escurridiza flor en todas sus facetas. En este santuario de excelencia olfativa, esta pequeña flor blanca perlada florece a través de atrevidas composiciones. Con el fin de buscar un frasco acorde con estas excepcionales creaciones, la ha colaborado con diferentes artesanos para ofrecer una edición limitada y numerada de cada año.
