“¡Benditos sean los festivales!”, han debido de pensar nuestros distribuidores. En un mes donde la cartelera va a mirar de un lado al otro (cual meme de John Travolta) en busca de algún otro rompetaquillas que le haga la competencia a El especialista de David Leitch, los responsables de los estrenos en nuestro país han vuelto a poner el ojo en el contenido festivalero que aún nos faltaba por llegar. Y no, no hablo de retrasos huelguistas como el de esa Rivales de Guadagnino, sino del mejunje de Cannes, Venecia, Berlín, San Sebastián…, que, por inexplicable motivo, solo encuentra llegada en torno a nuestra Semana Santa del año siguiente. ¿Será una forma de expiar los pecados? Quién sabe, pero la verdad es que hay motivos de sobra para no quedarse
