Bueno, vale, lo de películas nuevas está por ver, pero que levante la mano quien piense obviar toda esta carnaza fílmica con la que nos van a avasallar. Incluso hay productos que con toda seguridad conformarán lo mejor del año (si, te hablo a ti, Villeneuve). Además, lo que es ya más viejo que las sandalias de Jesucristo es que en enero y febrero las distribuidoras nos obliguen a tragar de golpe todas las joyas de las que nos fueron privando los meses previos.
Pero basta de tanto pesimismo para iniciar el año. Si estamos aquí es para ver y hablar de buen cine y ahí siempre hay nuevas historias y emociones por descubrir al alcance de una pantalla.