Los colchones no vienen con una etiqueta de caducidad, pero eso no quiere decir que sean eternos: aunque no notemos signos evidentes de desgaste o malformación, hay que renovarlos cada 8 o 10 años. Conscientes de que la extensa oferta actual puede provocar algo de vértigo, te detallamos cuáles son las propiedades y particulares únicas de cada material para facilitarte la elección.
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La creencia de que se deformaban con facilidad, eran ruidosos y tenían un elevado efecto rebo te ha quedado másque rebatida. Cierto es que