oel Sánchez (Lanzarote, 1996) podría haberse dejado llevar por los cantos de sirena propios de una fama repentina y exponencial, aunque la historia de este actor, reconvertido en marinero por obra y gracia del perfume Le Male Lover de Jean Paul Gaultier, mezcla tesón con un golpe de suerte. Compaginó sus estudios de (Netflix), la secuela de en la que Sánchez da vida a Bruce, un gamberro de buen corazón y miembro honorario de la banda de ladrones comandada por Pedro Alonso. “Me presenté al porque sabía que no tenía nada que perder. Fui libre de presiones y tuve la suerte de ser el elegido”, dice. Hoy, en su carta de navegación actoral hay una pizca de perfil autodidacta y otro tanto de formación: “Cuando terminan mis jornadas de rodaje, me dedico a leer y a formarme para ser cada día mejor”. Sánchez, que en la actualidad está inmerso en el rodaje de , futura nueva serie de Mediaset, es de los que no se arredran ante los retos. “Me gusta ser muy metódico en cada cosa que hago. Es por eso por lo que pienso que, durante mis años de estudiante, apelé al universo para que tanto esfuerzo tuviera hoy su recompensa”, explica. Y así ha sido: porque tras los 17 tatuajes que le adornan hay un hombre honesto, de gustos sencillos y amante de las pequeñas cosas.
