Muy pocos juegos dejan la sensación de ser algo especial, único… Los primeros de una nueva especie. Ésos que dejan una huella imborrable y complicada de superar y que recuerdas toda la vida. En ese sentido, shooters como Wolfenstein o Doom fueron pioneros a principios de los 90. Una sensación parecida la dejó en muchos de nosotros el primer Far Cry para ordenador, un juego desarrollado por el estudio alemán Crytek utilizando un motor propio, el CryEngine, que sorprendió a todo el mundo por llevar la parcela audiovisual a un nuevo nivel, que exprimía las gráficas de la época de manera imposible, como si fuera brujería, trayendo de la mano una libertad sin precedentes en el género. ¿Pero cómo se gestó ese ambicioso proyecto y cómo ha logrado ir a más con cada nueva entrega? Vamos a verlo…
De demo técnica, a juego completo
Crytek es una compañía de desarrollo fundada en Alemania por los tres hermanos Yerli: Cevat, Avni y, que, en realidad, era un anticipo del motor gráfico que estaban cocinando y que, entre otras cosas, ofrecía un dibujado del horizonte mucho más lejano que el de otros motores de la época, además de otras virguerías. Así, en 1999, acudieron al E3 con la demo en cuestión bajo el brazo y generaron bastantes expectativas. Tantas que Nvidia los acabó fichando para que fuera el estandarte de sus tarjetas gráficas. Poco después, empezaron a trabajar en el que sería su primer juego: , un shoter ciberpunk que acabó siendo cancelado. Fue en esta época cuando Ubisoft contactó con ellos para proponerles la edición de un juego basado en las ideas de , si era convertido en un videojuego triple A. Esa propuesta acabó convirtiéndose en el primer , un juego basado en las ideas de uno de los citados hermanos: Cevat Yerli. Aquel shooter adaptó las ideas de los incipientes mundos abiertos al género de los disparos, y con una ambientación de lujo: Micronesia, una isla paradisíaca que podíamos explorar como quisiéramos (a pie, en coche, en barca…). Era una libertad sin precedentes en el género, lo que, sumado a la bellísima isla, repleta de rincones inolvidables (playas vírgenes, montañas, islas o laboratorios subterráneos), a menudo poblados por letales mercenarios y, como descubriríamos más tarde, mutantes, dejó un gratísimo recuerdo entre los jugadores. El juego se lanzó en 2004 y, aprovechando la ocasión, Crytek también abrió la licencia de su motor a terceros.