EN PORTADA
Como otros tantos actores, César Évora luchaba con un vicio que no podía dejar: el cigarrillo. Fueron muchos años tratando de frenar la adicción hasta que un día cayó en cuenta del daño que representaba para su salud. “Durante toda mi vida había fumado mucho, pero estábamos una noche con amigos compartiendo, jugando dominó y tomándonos unas cervezas, en la mañana, me dice mi mujer: ‘Oye, fumaste