SOCIEDAD
La pretensión de las personas que promueven la Ley Vicaria es que se aplique como cuestión de género, sólo a favor de las mujeres, pero la Carta de Derechos Humanos y hasta la Ley Olimpia que protege la intimidad de las personas, incluye a hombres. Las mujeres podremos ser vulnerables, pero también hay hombres que son víctimas de mujeres quienes, ayudadas por juezas o jueces sin ética, convierten a sus hijos en rehenes”, afirma Julieta Hernández Camargo, abuela de Elías, niño que, como tantos otros, fue concedido en custodia a su madre.
Explica que la Ley Vicaria busca sancionar al padre que hace daño a la mujer mediante la sustracción de los hijos o infringiéndoles un daño.
Ella narra el caso de su nieto como ejemplo de las violaciones a los derechos de los niños, que podría “intensificar” la Ley Vicaria:
“El 16 de noviembre de 2018, a las seis de la mañana, la jueza Mirna Valderrábano López, personal de la Procuraduría de la Defensa de Niñas, Niños y Adolescentes, de Jesús Santos Ortiz, entonces tutor legal adscrito al tribunal de Nuevo León; del Ministerio Público y varios policías irrumpieron con lujo de violencia en casa de mi hijo Teotzin Ernesto Pruneda Hernández y se llevaron a mi nieto Elías, de nueve años, como si fuera un delincuente, y lo internaron en el centro Capullos del DIF de Nuevo León”.
Allí, su nieto fue incomunicado durante seis días en los que no le dieron la medicina para la alergia. Su “delito” ha sido no querer vivir con su mamá porque, según testimonio de una trabajadora del hogar,
