FELICIDAD SIN FRONTERAS
UNO. CUANDO LA SOLEDAD VALE LA PENA
La clave más sencilla para alcanzar la felicidad
El miedo a la soledad nos impide desarrollar la relación más importante que podemos cultivar en todanuestra vida: la relación con nosotros mismos. Tengas o no pareja, la clave de la felicidad reside ensaber disfrutar de momentos en los que tu única compañía eres tú.
Reconocerse como la naranja entera
No se trata de buscar la «media naranja», sino de reconocerse como naranja entera. Las personas que se sienten completas consigo mismas (en compañía o ensoledad) tienen mejores vínculos con los demás y, al estar libres de dependencia, pueden construir una relación de pareja más madura y satisfactoria.
Desde hace siglos que arrastramos el prejuicio de que la soledad es una anomalía y fuente de infelicidad. El protagonista de Qué bello es vivir, a punto de suicidarse, tiene por ejemplo esta visión: uno de los horrores de lo que habría sido su pueblo sin él es que su actual esposa sería una bibliotecaria solterona y amargada.
Disfrutar de nosotros mismos: un reto
Todavía hoy, cuando muchos singles («solteros» en inglés) se jactan de serlo, hay personas que son vistas con lástima por no tener pareja. En esa mirada subyace esta idea: «alguna tara debe de tener si no ha encontrado a nadie o las relaciones no le duran». Sin embargo, además de simplista, esta visión está a menudo equivocada, pues mucha gente mantiene una pareja que le hace infeliz por miedo a la soledad.
Hace casi cuatro siglos, Blaise Pascal ya decía que «la infelicidad del ser humano se basa en una única cosa: ser incapaz de quedarse quieto en su habitación». Con ello, el matemático y filósofo francés se refería, en esencia, a ser capaz de estar solo sin el ruido de la interacción social u otras distracciones.
¿Por qué nos da miedo estar con la persona más importante de nuestra vida? ¿Hay remedio para liberarnos de esa fobia y empezar a disfrutar de uno mismo?
«Solosofía»
El arte de estar solo y sentirte completo, disfrutando de cada placer de la vida es lo que la psicóloga Nika Vázquez, ya que gozar del tiempo libre sin nadie más que uno mismo no depende de estar o no con pareja. Se puede ser perfectamente feliz combinando ambos ámbitos, haciendo unas cosas para uno y otras en compañía.