Ni todas las campañas del Movimiento, ni del Ministerio de Información y Turismo, ni las copas de Europa del Real Madrid lograron lo que consiguió Samuel Bronston (actual Moldavia, 1908-California, 1994) en la década de los 60: poner a España en el mapa del mundo. Y lo hizo de la mano de las estrellas más grandes del cine, como Ava Gardner, Sophia Loren o Charlton Heston y trayendo trabajo y dinero a una España que seguía a la cola de Europa. Samuel Bronston sacó oro de nuestro país. Oro en forma de películas.
Si España, como tantos países del mundo, otorgara reconocimientos póstumos a extranjeros que contribuyeron a engrandecer su historia, habría puesto el nombre de Samuel Bronston a un aeropuerto o avenida, cuanto menos. Quizá por eso, Matas Films y RTVE han producido un documental que supone un reconocimiento a un productor que vivió, durante diez años, enamorado de España. cuenta la historia de aquel creador enjuto que llegó a Madrid con una maleta cargada de sueños a finales de los 50 para volver a EEUU, arruinado, a finales de los 60. Lo que logró entre medias es lo que, de la mano de sus tres