Russell Crowe abrió el sobre que contenía el nombre de la ganadora en la categoría de Mejor actriz en la 74ª edición de los premios Oscar en 2002. “Y el Oscar es para… Halle Berry por la película Monster´s Ball”, expresó. Halle simplemente no lo podía creer, le costó varios minutos reponerse del sobresalto. No era para menos, ella era la segunda mujer afroamericana en ganar la es-tatuilla como Mejor actriz. La primera fue Hattie McDaniel en 1939, como Mejor actriz de reparto por la película Lo que el viento se llevó.
Mujeres como Viola Davis, Angela Bassett, Oprah Winfrey y la misma Halle Berry conformaron un talentoso clan de estrellas en Hollywood que picaron piedra, desafiaron al sistema y abrieron paso para que a las nuevas generaciones de jóvenes afroamericanas vinculadas con el mundo del espectáculo les fuera menos difícil ser aceptadas por la industria. Ese esfuerzo de décadas ha dado frutos y uno de