Desde Elon Musk hasta Javier Milei, pareciera que la noción de éxito no puede separarse de un estilo de vida “workaholic”.
El dueño de Tesla dice trabajar entre 80 y 100 horas por semana y el reciente presidente electo dejó trascender públicamente que trabajará desde su nuevo hogar, la Quinta de Olivos, y evitará trasladarse a Casa Rosada para poder alargar sus jornadas laborales al máximo.
Las empresas familiares tampoco escapan a esa misma noción