¿Cuál fue tu primer acercamiento a la arquitectura?
Mi padre era arquitecto y, desde niño, cuando venía a casa él, que actualmente es el mismo espacio que ocupo como oficina y estudio de arte, aprendí acerca del proceso productivo y creativo que tanto mi padre como su equipo de trabajo llevaban a cabo. Desde hacer maquetas y dibujos hasta visitar las obras y construcciones, siempre me pareció interesante el ver algo, que solo conocía en dibujo, convertirse en una edificación terminada. Ser hijo de un arquitecto me entusiasmaba y llenaba de interés, y fui construyendo un pensamiento filosófico sobre la arquitectura.
¿Qué papel tuvieron tu madre, Graciela Iturbide, y tu padre, Manuel Rocha Díaz, al momento de decidir estudiar arquitectura?
Crecí apasionado por la arquitectura, enrollado en el mundo operativo de mi padre y viviendo el mundo de la fotografía y el arte por parte de mi madre. Muchos amigos de la