Car News / Tecnología
LA PISTA de pruebas de Nardo, en el sur de Italia, es un trazado de más de 6 km con curvas muy rápidas situado entre el famoso anillo de velocidad. Rebajar el tiempo por vuelta en 2,8 segundos con el mismo piloto profesional y virtualmente el mismo coche requeriría frenos más potentes, neumáticos con más adherencia y suspensiones más agresivas.
El Lamborghini Huracán Evo RWD de pruebas no tiene ninguno de estos cambios e incluso tiene el control de estabilidad desconectado, pero ha conseguido esta mejora de tiempo solo con activar un interruptor. Es un gran cambio.
El jefe técnico de Lamborghini, Rouven Mohr, quiere que sintamos la diferencia antes de explicarnos la tecnología en la que su equipo ha estado trabajando con anterioridad a su debut en producción en el “futuro superdeportivo” -una manera poco sutil de esconder que se refieredo solo que el nuevo sistema está diseñado para llevar el actual LDVI (Integración Dinámica del Vehículo de Lamborghini) al siguiente nivel. El LDVI es un cerebro electrónico que debutó en el Huracán en el año 2015 y que mejoró sustancialmente con el nuevo Revuelto para intermediar predictivamente entre varios sistemas del chasis, dirección, motor y transmisión.