Rosemarie Magdalena Albach-Retty era el verdadero nombre de la estrella que en el cine europeo conocimos como Romy Schneider. Imposible pensar en ella sin pensar al mismo tiempo en el personaje que le otorgó su primera fama en la juventud, aunque luego en la edad adulta acabaría componiendo un estrellato más maduro y sólido que el que le ofreció la popular saga de Sissi, la princesa de Baviera que venció a su hermana Elena en la carrera por coronarse emperatriz de Austria tras casarse con el emperador Francisco José.
A la sombra de Sissi y ajustando cuentas con Elisabeth
Por una vez, la vida de la auténtica Sissi, apodo de Elisabeth, con una sola s y que firmaba como Lisi, fue mucho más interesante en el mundo real que la fantasía romántica de que se rodeó en el ciclo de películas que sirvieron como plataforma de despegue para la carrera cinematográfica de la joven Romy Schneider desde que interpretó la película Sissi (1955). De hecho, la propia actriz aceptó volver a interpretar el personaje en una versión más adulta y cercana a la realidad de Elisabeth de Baviera en el largometraje Luis II de Baviera, el rey loco (1973), dirigido por Luchino Visconti, amigo de la actriz, bajo la condición de que fuera una visión totalmente diferente a la almibarada y sexualmente descafeinada visión de la intensa vida sentimental y privada de la emperatriz. El empeño de Schneider ese reencuentro con Sissi convertida en la adulta Elisabeth, era escapar del estereotipo de ficción que había forjado el cine de esta a través de las películas que ella había interpretado para presentarla como una mujer más dura, cínica y presa de la desilusión.
Después de llevar a cabo su particular trabajo a las órdenes de Visconti, que la llevó a ser nominada como mejor actriz principal en los premios del cine alemán, Schneider se despidió definitivamente de la emperatriz austriaca, a la que consideraba culpable de haber arruinado su carrera como actriz prácticamente desde el momento en que empezó a trabajar para el cine porque después de interpretar al personaje quedó